Tres mujeres han realizado, a las puertas del pabellón de la Diputación, una exhibición sobre todas las fases de realización de estos preciados objetos. En primer lugar, se realiza la pieza de cerámica en un torno. Una vez finalizada, se debe dejar secar sin dejar que se resquebraje. A partir de este momento, llega la parte de decoración de la pieza de cerámica. El primer paso es darle el esmalte, que le dará el color blanco característico de la cerámica de Muel. Una vez esmaltado, se pinta con óxidos metálicos de tres tipos: el manganeso, para lograr el color marrón; el cobre, para los tonos verdes; y el cobalto, mediante el cobalto las ceramistas consiguen el color azul que también es distintivo de este tipo de cerámica.
Sin embargo, la localidad zaragozana ha demostrado también que cuenta con una extensa actividad cultural que va más allá de su famosa cerámica. La Rondalla de Jotas del municipio ha hecho vibrar a los visitantes del pabellón con un recital de música tradicional aragonesa en la que han cantado dúos y tríos de canciones como la Jota de los Labradores, “Despacico y callandito” o la Jota de la Despedida. Entre todo el repertorio, ha destacado un estribillo aragonés cantado al tema de la Expo y del agua.
Cambiando de registro, pero dentro del ámbito musical, la Big-Band de Muel ha ofrecido una pequeña muestra de su repertorio compuesto de swing, jazz y otras músicas modernas. Bajo la dirección de José Vicente, veinte personas de entre 14 y 50 años despliegan una completa selección de músicas tocadas con instrumentos de viento acompañados de teclado y batería.
Muel no ha querido dejar de lado su gastronomía y también ha logrado hacer agua la boca de los visitantes con una suculenta degustación de jamón de Teruel y vino de la tierra. Así, dos bodegas, la Cooperativa Virgen de la Fuente de Muel y Bodegas Ansón, han dado a conocer algunos de sus caldos. La primera, ha ofrecido dos tintos jóvenes, 100% garnachas que, según su presidente, Antonio Rubio, “destacan con su buen maridaje con el jamón y todas las carnes”.
En el caso de Bodegas Ansón, han dado a probar cuatro caldos. Un Merlot Syrah joven y un garnacha Syrah selección que, tal y como ha contado el responsable, Cristóbal Ansón, “destaca por su realización, que guarda la tradición, y su sabor afrutado y aromático que deja una buena terminación en la boca”. Además han ofrecido sus dos joyas, el blanco Macabeo (ganador del premio Heraldo de Aragón en esta categoría) y el rosada de Garnacha (segundo premio en ese mismo certamen). Una delicia para los paladares más entendidos y para quienes, sin entender tanto de vinos, son capaces de disfrutar de un buen caldo.
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