Épila ha llenado este sábado el pabellón de la Diputación en la Expo de música y tradición. El municipio epilense ha celebrado su día “en la casa de los zaragozanos” y ha mostrado la historia que atesora. Disfraces, degustaciones, jotas y murgas han completado las actividades de una jornada donde Épila ha conseguido que la gente se lo pasara bien. Además, los que se han acercado hasta el pabellón de la Diputación han conocido un poco mejor, por vista, oídos y boca, las costumbres de la ciudad zaragozana y su historia
El principal reclamo del día han sido los diversos personajes que han recorrido el pabellón disfrazados de carnaval. La fiesta de los disfraces de Épila es famosa y sus máscaras se han dejado ver. Hemos podido identificar a Elvis, a un payaso o a dos señoritas con indumentaria propia del siglo XVIII.
Quizá ese siglo no haya sido escogido al azar, ya que su pareja de habitantes más célebres datan de esas fechas y hoy han explicado su historia en el pabellón. Los Condes de Bureta recibían a los visitantes en la puerta y explicaban para todo aquél que quería escuchar la historia de su vida, hasta la feliz devolución de su casa en el municipio, en manos de la “mala” Duquesa de Alba.
Las jotas no han faltado a su cita, pero esta vez se han completado con una murga propia de las fiestas carnavaleras de Épila (canto típico donde, habitualmente, se critica la vida del municipio). Esta vez, la letra se ha suavizado y se han elogiado las virtudes de Zaragoza y de la Expo. La han recitado las dos señoritas vestidas del siglo XVIII.
Para completar la atractiva propuesta de Épila, los visitantes se han contentado con una degustación de jamón y queso que ha acompañado a la cata de vino. El vino ofrecido ha sido un Valdecella de Vinos López y Cooperativa San Pedro Arbuel, ganador de la medalla de oro en la cata del certamen 2008 de los premios Radio Turismo.
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El principal reclamo del día han sido los diversos personajes que han recorrido el pabellón disfrazados de carnaval. La fiesta de los disfraces de Épila es famosa y sus máscaras se han dejado ver. Hemos podido identificar a Elvis, a un payaso o a dos señoritas con indumentaria propia del siglo XVIII.
Quizá ese siglo no haya sido escogido al azar, ya que su pareja de habitantes más célebres datan de esas fechas y hoy han explicado su historia en el pabellón. Los Condes de Bureta recibían a los visitantes en la puerta y explicaban para todo aquél que quería escuchar la historia de su vida, hasta la feliz devolución de su casa en el municipio, en manos de la “mala” Duquesa de Alba.
Las jotas no han faltado a su cita, pero esta vez se han completado con una murga propia de las fiestas carnavaleras de Épila (canto típico donde, habitualmente, se critica la vida del municipio). Esta vez, la letra se ha suavizado y se han elogiado las virtudes de Zaragoza y de la Expo. La han recitado las dos señoritas vestidas del siglo XVIII.
Para completar la atractiva propuesta de Épila, los visitantes se han contentado con una degustación de jamón y queso que ha acompañado a la cata de vino. El vino ofrecido ha sido un Valdecella de Vinos López y Cooperativa San Pedro Arbuel, ganador de la medalla de oro en la cata del certamen 2008 de los premios Radio Turismo.
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