Partiendo de la reclamación unánime de que se acondicione el Ebro la ribera para evitar riadas y la “pérdida de huertas y campos de trabajo”, Luceni, Pinseque, Sobradiel, Torres de Berrellén, Alcalá de Ebro y Remolinos, las seis localidades de la Ribera Alta del Ebro que hoy han celebrado su día en el pabellón de la provincia, han reivindicado su acervo cultural, turístico y gastronómico en una jornada repleta de actividades.El alcalde de Alcalá de Ebro, José Miguel Achón, por su parte, ha evidenciado el poder turístico que contrae la ribera en su localidad, “por lo que hemos pedido ayudas para la adecuación del entorno de la Ínsula Barataria y de la estatua de Sancho Panza”. En esta famosa finca se inspiró Cervantes para reproducir la tierra que Don Quijote cedió a su fiel amigo por el trabajo realizado.
Asimismo, Sobradiel ha aprovechado la jornada en la Expo para reflejar su “pasado, presente y futuro”, y para demostrar que es un municipio que ha hecho sus deberes, siendo una de las poblaciones ribereñas que más activamente ha participado para poner en marcha la Agenda 21, impulsada por la Diputación de Zaragoza. Este programa pretende inculcar hábitos medioambientales en las poblaciones; conductas y políticas que la localidad sobradielana ha incentivado mediante foros de debate, ordenanzas de sostenibilidad y proyectos de recuperación de las orillas.
También relacionado, Sobradiel, al igual que otros pueblos, tiene apalabrada la construcción de un embarcadero en la localidad con una pasarela que llevaría a un centro de interpretación de aves. Esta conciencia medioambiental ha quedado patente con la actuación de un grupo de teatro infantil de la localidad que, en apenas diez minutos, ha ofrecido una obra escrita por el mismo grupo sobre el uso racional del agua.
Los yacimientos salinos de Remolinos están incluidos en un área de terrenos correspondientes al Mioceno que ocupa la orilla izquierda del Ebro y su explotación turística también ha sido loada en la Expo. La mina tiene 90 kilómetros de calles perforadas “y es un atractivo que no podemos desaprovechar”, ha explicado el primer edil remolinero.
FIESTA CULTURAL RIBEREÑA
La mejor gastronomía local también ha estado presente este domingo en el pabellón provincial y los alimentos los han proporcionado Sobradiel y Torres de Berrellén. El primero ha traído sus famosos “Roscones de yegua”. A base de huevo, aceite y harina, dice la tradición que los roscones se elaboraban para festejar cuando parían las yeguas, y este domingo se han acompañado de vino moscatel.
Torres de Berrellén ha aportado también su producto más internacional. Los “Roscones” torresinos están hechos a base de anís y, según su alcaldesa y diputada provincial, Mercedes Trébol, “nos amenizan las veladas que pasamos cuando el Ebro anega nuestras huertas”.
Además, el dance de los torresinos, acompañado de la charanga Los Dinámicos, ha entretenido la mañana del pabellón, junto a la actuación de las jotas de Pinseque. La Coral de Sobradiel y la recreación histórica de la Asociación Los Pardos del mismo municipio, milicia homónima que luchó en los sitios a principios del siglo XIX, han completado la jornada matinal. Los Pardos han interpretado también “El Sitio de Zaragoza”, en conmemoración por “los que lucharon por la libertad y por su patria”.
Por la tarde, el mejor dance ribereño ha vuelto al pabellón provincial con las actuaciones de los grupos de Alcalá de Ebro y Luceni (bajo la banda de Luceni). La Coral de Torres de Berrellén y el peloteau de Remolinos han puesto el punto final a un día reivindicativo, promocional y, sobre todo, artístico de seis pueblos de la Ribera Alta del Ebro.
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