Este jueves se han despedido del pabellón de la provincia los municipios agrupados en torno a la ribera baja del río Ebro. Chiprana, Villamayor, El Burgo de Ebro, Farlete y Pastriz han sido las localidades encargadas de cerrar este ciclo que ha ocupado tres jornadas. Y en esta ocasión, ha destacado la apuesta de estos municipios por hacer del respeto al medio ambiente una bandera que vender al mundo. Para ello, han aprovechado su presencia en la Expo y han ofrecido información sobre una serie de proyectos que buscan aprovechar un entorno privilegiado para atraer turismo sin descuidar el respeto al medio ambiente.
En concreto han sobresalido dos iniciativas. Por un lado, Chiprana, a orillas del río Ebro, enmarcada dentro del mar de Aragón y conocida como “la novia del Ebro”, ha acercado al pabellón la Reserva Natural de Las Saladas, un espacio de más de 150 hectáreas que cuenta un lago permanente formado por aguas de origen subterráneo con una salinidad que dobla la del mar. Es el único de estas características en Europa Occidental Estas propiedades otorgan a la zona una fauna y una vegetación singulares. Destaca la presencia de gran cantidad de aves de diversas especies y una flora frágil. El Ayuntamiento de Chipriana busca ahora levantar un “Museo del Ebro” para culminar esta oferta.
Por otro lado, Pastriz y El Burgo de Ebro también han aprovechado su presencia en Expo para dar a conocer un paraje en el que destacan los Galachos de la Alfranca. Se trata de otra Reserva Natural a tan sólo 10 kilómetros de Zaragoza que está reconocido como uno de los ecosistemas ribereños mejor conservados de Aragón. En él se encuentra el Centro Internacional del Agua y del Medio Ambiente (Ciama), dentro del término de Pastriz. Además, la celebración de la Exposición Internacional ha permitido desarrollar esta iniciativa a través del Camino Verde que une el puente de Giménez Abad de la capital aragonesa con La Alfranca a través de un sendero de hora y media de duración que además cuenta con trenes para acercar a los visitantes al Ciama. La vía culmina en el Jardín de las Rocas, una simulación del Juego de la Oca que muestra los elementos más característicos del Galacho de La Alfranca.
TAMBIÉN PATRIMONIO CULTURAL
Todo ello ha estado acompañado de una rica puesta en escena de algunas de las tradiciones que forman el patrimonio cultural de estas localidades. Así, Farlete ha organizado una exhibición de encaje de bolillos y la interpretación de tres temas a cargo de la Coral de la localidad, que nació hace dos años como iniciativa de un grupo de 24 vecinos.
Asimismo, Pastriz ha enseñado un fragmento del dance del municipio, uno de los más antiguos de Aragón, que se realiza cada 26 de julio en honor a su patrona, Santa Ana. Se trata de un baile que se realiza en la procesión a la ermita de la santa y en la representación de la lucha de moros y cristianos que se completa con un trenzado.
En concreto han sobresalido dos iniciativas. Por un lado, Chiprana, a orillas del río Ebro, enmarcada dentro del mar de Aragón y conocida como “la novia del Ebro”, ha acercado al pabellón la Reserva Natural de Las Saladas, un espacio de más de 150 hectáreas que cuenta un lago permanente formado por aguas de origen subterráneo con una salinidad que dobla la del mar. Es el único de estas características en Europa Occidental Estas propiedades otorgan a la zona una fauna y una vegetación singulares. Destaca la presencia de gran cantidad de aves de diversas especies y una flora frágil. El Ayuntamiento de Chipriana busca ahora levantar un “Museo del Ebro” para culminar esta oferta.
Por otro lado, Pastriz y El Burgo de Ebro también han aprovechado su presencia en Expo para dar a conocer un paraje en el que destacan los Galachos de la Alfranca. Se trata de otra Reserva Natural a tan sólo 10 kilómetros de Zaragoza que está reconocido como uno de los ecosistemas ribereños mejor conservados de Aragón. En él se encuentra el Centro Internacional del Agua y del Medio Ambiente (Ciama), dentro del término de Pastriz. Además, la celebración de la Exposición Internacional ha permitido desarrollar esta iniciativa a través del Camino Verde que une el puente de Giménez Abad de la capital aragonesa con La Alfranca a través de un sendero de hora y media de duración que además cuenta con trenes para acercar a los visitantes al Ciama. La vía culmina en el Jardín de las Rocas, una simulación del Juego de la Oca que muestra los elementos más característicos del Galacho de La Alfranca.
TAMBIÉN PATRIMONIO CULTURAL
Todo ello ha estado acompañado de una rica puesta en escena de algunas de las tradiciones que forman el patrimonio cultural de estas localidades. Así, Farlete ha organizado una exhibición de encaje de bolillos y la interpretación de tres temas a cargo de la Coral de la localidad, que nació hace dos años como iniciativa de un grupo de 24 vecinos.
Asimismo, Pastriz ha enseñado un fragmento del dance del municipio, uno de los más antiguos de Aragón, que se realiza cada 26 de julio en honor a su patrona, Santa Ana. Se trata de un baile que se realiza en la procesión a la ermita de la santa y en la representación de la lucha de moros y cristianos que se completa con un trenzado.
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