Tarazona no ha desaprovechado la oportunidad que le ha ofrecido la Diputación de Zaragoza para promocionarse en la Expo. La capital del Moncayo ha mostrado este jueves en el “balcón de las localidades zaragozanas” su potencial cultural y patrimonial, y la gente se lo ha pasado bien.
Tomando como referencia de la localidad el famoso Cipotegato, cuyas fiestas comienzan el 27 de agosto, el folclore y la cultura de Tarazona han dejado su marca en la Expo. Además, la confirmación del inicio de la construcción del parador del monasterio de Veruela ha impulsado la promoción turística de una localidad de 11.000 habitantes que ha demostrado su intensa actividad en el pabellón de la provincia.
El primer acto programado se ha centrado, obviamente, en el protagonista de sus próximas fiestas patronales. Una persona vestida de Cipotegato (cuyo origen está relacionado con los antiguos bufones) ha recorrido con su vara de madera la sala principal del pabellón de la provincia entre una nube de bolas rojas (simulando al tomate que se le lanza). Un grupo de chavales de la ludoteca municipal le ha seguido vitoreando su nombre, al que se le han añadido los curiosos que estaban en el edificio.
A esta performance cultural le ha seguido la actuación de la banda de jazz local Ensemble Cordiale. “Hemos traído este tipo de música para mostrar la diversidad musical existente en la localidad”, ha destacado la concejal de Turismo, Waldesca Navarro. No obstante, ha añadido, “también tenemos jotas y bailes regionales, pero hemos optado por enseñar primero las nuevas expresiones”.
Ya por la tarde, las voces y cuerpos de las Escuelas Municipales de Jota Cantada y Bailada de Tarazona han ocupado el espacio central de la sala del pabellón para ofrecer un completo recital de jotas. Numeroso público se ha congregado y ha tarareado todas y cada una de las piezas interpretadas, algunas de ellas bailadas por alumnos del centro que era la primera vez que actuaban fuera de Tarazona. Tras su actuación, han recibido una fuerte ovación.
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Tomando como referencia de la localidad el famoso Cipotegato, cuyas fiestas comienzan el 27 de agosto, el folclore y la cultura de Tarazona han dejado su marca en la Expo. Además, la confirmación del inicio de la construcción del parador del monasterio de Veruela ha impulsado la promoción turística de una localidad de 11.000 habitantes que ha demostrado su intensa actividad en el pabellón de la provincia.
El primer acto programado se ha centrado, obviamente, en el protagonista de sus próximas fiestas patronales. Una persona vestida de Cipotegato (cuyo origen está relacionado con los antiguos bufones) ha recorrido con su vara de madera la sala principal del pabellón de la provincia entre una nube de bolas rojas (simulando al tomate que se le lanza). Un grupo de chavales de la ludoteca municipal le ha seguido vitoreando su nombre, al que se le han añadido los curiosos que estaban en el edificio.
A esta performance cultural le ha seguido la actuación de la banda de jazz local Ensemble Cordiale. “Hemos traído este tipo de música para mostrar la diversidad musical existente en la localidad”, ha destacado la concejal de Turismo, Waldesca Navarro. No obstante, ha añadido, “también tenemos jotas y bailes regionales, pero hemos optado por enseñar primero las nuevas expresiones”.
Ya por la tarde, las voces y cuerpos de las Escuelas Municipales de Jota Cantada y Bailada de Tarazona han ocupado el espacio central de la sala del pabellón para ofrecer un completo recital de jotas. Numeroso público se ha congregado y ha tarareado todas y cada una de las piezas interpretadas, algunas de ellas bailadas por alumnos del centro que era la primera vez que actuaban fuera de Tarazona. Tras su actuación, han recibido una fuerte ovación.
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