Calatayud ha llenado de actividad el pabellón de la provincia este sábado. El segundo municipio con más población de la provincia, y el cuarto de todo Aragón, ha ofrecido un variado repertorio de todo tipo de actuaciones que han atraído la atención de mayores y pequeños.
La gran estrella de la jornada ha sido la jota que, tanto en su versión cantada como bailada, ha estado presente de manera continua. Varios grupos de jotas bilbilitanos han ofrecido un amplio repaso a los temas más arraigados de la música tradicional que han arrancado los aplausos de los abundantes visitantes que en esta jornada de sábado se han acercado hasta el pabellón.
Sin embargo, Calatayud ha demostrado que su actividad cultural sobrepasa la jota y ha evidenciado ser una localidad de mucho movimiento. Así, no ha faltado la comparsa de gigantes y cabezudos de la localidad que, tras recorrer el recinto Expo, ha hecho las delicias de los más pequeños, y también de los mayores, con un intenso baile en las puertas del pabellón provincial. Hasta el meandro de Ranillas se ha acercado la pareja de gigantes que representan a la pareja de reyes moros y siete cabezudos.
Un poco más tarde, un grupo de siete jóvenes del municipio han ofrecido una interesante obra de teatro ideado por ellos mismos en la que explicaban la importancia del agua, elemento vertebrador de la Exposición Internacional de Zaragoza, para la vida de plantas, animales y seres humanos. Globos, zancos, gestos pausados y una justo dosis de humor ha deleitado a los niños. Aún más jóvenes eran los miembros de la coral de voces blancas de Calatayud que también ha participado de la fiesta bilbilitana en el pabellón de la provincia. Este grupo ha realizado una exhibición de canto a través de canciones tan populares como, por ejemplo, “La Tarara”. Esta actuación ha terminado con el himno de Calatayud.
Además, el Ayuntamiento se ha encargado de regar toda esta fiesta con vino y cava de la tierra con una degustación que, junto a las guindas que han regalado a todos los visitantes al pabellón este sábado, ha dejado un gran sabor de boca.
Más imágenes en nuestra galería Flickr
La gran estrella de la jornada ha sido la jota que, tanto en su versión cantada como bailada, ha estado presente de manera continua. Varios grupos de jotas bilbilitanos han ofrecido un amplio repaso a los temas más arraigados de la música tradicional que han arrancado los aplausos de los abundantes visitantes que en esta jornada de sábado se han acercado hasta el pabellón.
Sin embargo, Calatayud ha demostrado que su actividad cultural sobrepasa la jota y ha evidenciado ser una localidad de mucho movimiento. Así, no ha faltado la comparsa de gigantes y cabezudos de la localidad que, tras recorrer el recinto Expo, ha hecho las delicias de los más pequeños, y también de los mayores, con un intenso baile en las puertas del pabellón provincial. Hasta el meandro de Ranillas se ha acercado la pareja de gigantes que representan a la pareja de reyes moros y siete cabezudos.
Un poco más tarde, un grupo de siete jóvenes del municipio han ofrecido una interesante obra de teatro ideado por ellos mismos en la que explicaban la importancia del agua, elemento vertebrador de la Exposición Internacional de Zaragoza, para la vida de plantas, animales y seres humanos. Globos, zancos, gestos pausados y una justo dosis de humor ha deleitado a los niños. Aún más jóvenes eran los miembros de la coral de voces blancas de Calatayud que también ha participado de la fiesta bilbilitana en el pabellón de la provincia. Este grupo ha realizado una exhibición de canto a través de canciones tan populares como, por ejemplo, “La Tarara”. Esta actuación ha terminado con el himno de Calatayud.
Además, el Ayuntamiento se ha encargado de regar toda esta fiesta con vino y cava de la tierra con una degustación que, junto a las guindas que han regalado a todos los visitantes al pabellón este sábado, ha dejado un gran sabor de boca.
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