Escucha un fragmento de la interpretación de las bandas municipales de música de Luesia y Luna
En este séptimo día de Expo, el pabellón de la provincia ha estrenado una actividad que se alargará durante todos los viernes de la muestra: la actuación de las bandas municipales de música de Luesia y Luna. A las 10.00 horas en punto, los 73 músicos, 40 de Luesia y 33 de Luna, han comenzado a interpretar un repertorio con un marcado sabor español y aragonés en el que el pasodoble se ha convertido en el invitado de honor. Además, el público que ya a primera hora acudía al recinto de Ranillas ha respondido a la invitación de estas dos bandas cincovillesas y han disfrutado de su exhibición rompiendo en aplausos al final de cada pieza.
“Hemos querido colaborar con la Expo y con nuestros pueblos interpretando estos pasodobles”, ha dicho el director de la orquesta. Además, ha calificado de “muy importante” que los pueblos colaboren con la muestra dando lo que tengan para estar presentes aquí.
Ni el sofocante calor que desde la apertura de puertas ha golpeado el meandro de Ranillas ha podido con esta demostración de que la tradición puede ir de la mano de la modernidad que marca la Exposición Internacional de Zaragoza.
El folklore musical no ha sido el único que ha llegado hoy a la Expo de la mano del pabellón de la provincia. Durante dos horas a la mañana y otras dos a la tarde, una representación de la escuela de bolilleras de Biota, uno de los municipios que celebraban su día en el pabellón, han realizado una demostración de esta antigua técnica.
En este municipio de poco más de mil habitantes hay una importante escuela de bolilleras que reúne a 82 mujeres. Mari Carmen Pérez, una de las mujeres que ha estado en el pabellón, ha realizado la puntilla de una tarea y ha confirmado que “es una tarea difícil, pero cuando se tiene una técnica todo se termina haciendo”. Su compañera Celia Luengo lleva once años haciendo bolillos y ha recomendado esta tarea a la gente mayor “porque es muy bueno para las manos y moverlas bien”. Además, ha añadido que “es lo más grande representar aquí a mi pueblo”.
La escuela de Biota también ha demostrado que el encaje no es sólo cosa de mayores. Marina López, Sara Canales, Alicia Fernández e Irene Pérez, todas de trece años, también han estado en la presentación. Llevan entre seis y diez años haciendo bolillos “porque es una buena afición” y “porque da tranquilidad”. Como las bolilleras de más edad, les hace mucha ilusión representar a Biota en la Expo pero también reconocían que tenían ganas “de terminar y poder ir a ver la Expo”.
Ver las fotos en nuestra galería Flickr
“Hemos querido colaborar con la Expo y con nuestros pueblos interpretando estos pasodobles”, ha dicho el director de la orquesta. Además, ha calificado de “muy importante” que los pueblos colaboren con la muestra dando lo que tengan para estar presentes aquí.
Ni el sofocante calor que desde la apertura de puertas ha golpeado el meandro de Ranillas ha podido con esta demostración de que la tradición puede ir de la mano de la modernidad que marca la Exposición Internacional de Zaragoza.
El folklore musical no ha sido el único que ha llegado hoy a la Expo de la mano del pabellón de la provincia. Durante dos horas a la mañana y otras dos a la tarde, una representación de la escuela de bolilleras de Biota, uno de los municipios que celebraban su día en el pabellón, han realizado una demostración de esta antigua técnica.
En este municipio de poco más de mil habitantes hay una importante escuela de bolilleras que reúne a 82 mujeres. Mari Carmen Pérez, una de las mujeres que ha estado en el pabellón, ha realizado la puntilla de una tarea y ha confirmado que “es una tarea difícil, pero cuando se tiene una técnica todo se termina haciendo”. Su compañera Celia Luengo lleva once años haciendo bolillos y ha recomendado esta tarea a la gente mayor “porque es muy bueno para las manos y moverlas bien”. Además, ha añadido que “es lo más grande representar aquí a mi pueblo”.
La escuela de Biota también ha demostrado que el encaje no es sólo cosa de mayores. Marina López, Sara Canales, Alicia Fernández e Irene Pérez, todas de trece años, también han estado en la presentación. Llevan entre seis y diez años haciendo bolillos “porque es una buena afición” y “porque da tranquilidad”. Como las bolilleras de más edad, les hace mucha ilusión representar a Biota en la Expo pero también reconocían que tenían ganas “de terminar y poder ir a ver la Expo”.
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