Mañana será el momento de hacer balance pero este 14 de septiembre es un día para rememorar vivencias y dar las gracias. En primer lugar, a la Diputación de Zaragoza por haberse volcado en el evento y apostar por contar con un pabellón propio en el que los municipios de la provincia pudieran tener su hueco en el recinto de Ranillas. En segundo lugar, a cada uno de las 293 localidades y las 3 entidades locales que forman parte de Zaragoza y que han dado lo mejor de sí mismo para convertir el pabellón de la provincia en uno de los más dinámicos de la Expo.
Pero en este día, el equipo de trabajadores del pabellón queremos acaparar por unos momentos el protagonismo. Por eso, gracias a todas y todos los informadores turísticos que han acercado a los visitantes los atractivos de la provincia demostrando que nada en Zaragoza vale tanto como sus gentes; gracias a los responsables de seguridad que se han convertido en mucho más que guardas jurados; gracias a las personas de mantenimiento que han permitido que cada pequeño problema técnico se convirtiera en un gran momento para el recuerdo; gracias al personal de limpieza que han sido “las mamás” del pabellón; gracias al departamento que ha organizado y dirigido las múltiples actividades que se han desarrollado respondiendo con una sonrisa a cada dificultad; gracias al servicio de catering que han mostrado una eficiencia admirable; gracias al departamento de prensa que ha buscado que la magia vivida en el pabellón de la provincia no se quedara encerrado entre sus paredes; gracias a los trabajadores que han permitido que las páginas web y este mismo blog se actualizara con cada noticia; y gracias a María José Navarro y José Francisco García, cabezas visibles de un proyecto que nos ha unido a todos. Siempre nos unirá el haber trabajado en el pabellón de la provincia en la Exposición Internacional de Zaragoza 2008.
Sin embargo, el sentido de todo este esfuerzo ha sido dar el mejor servicio a los alrededor de 600.000 visitantes que ha sumado nuestro pabellón y por eso es para ellos el agradecimiento más importante de todos. Y es a ellos a quien cantamos eso de “yo quisiera despedirme, y despedirme no puedo, este grupo les decimos hasta luego”.